Llegó el tan ansiado día: 11/11/11, nos encontramos en el aeropuerto con la familia, el check in fue rápido así que pudimos desayunar con ellos (obvio a mi no me pasaba ni agua), el ambiente estuvo chevere, nos reimos disfrutamos esos valiosos minutos juntos hasta que llegó el momento que menos esperaba, nos acompañaron hasta la entrada de migración y bueno a llorar se ha dicho, se prendieron esos jets de agua a propulsión, fue muy duro despedirnos, a mi particularmente de mi mama, pero ella fue muy valiente y me subió los animos diciéndome que todo estaría bien y que pronto nos volveríamos a ver y que hablaríamos siempre, yo estaba muy asustada por su reacción pero de verdad ella fue la que me ayudó a poder pasar por esa puerta.
Jhos y yo nos agarramos de la mano pasamos la puerta nos abrazamos nos dimos un beso (si ya se suena muy novela pero en serio así fue), el me consoló lo más que pudo ya que estaba bastante afectada y ahí comenzó nuestra nueva vida.
LAN es una maravilla, la recomiendo ampliamente, el vuelo salió super puntual, nos tocó fila de 3 ni modo, sin embargo estuvo perfecto, vi 2 películas, comimos divino y dormí una hora, estaba guardando el sueño para el vuelo largo. Estuvimos unas 3 horas de escala en Santiago, hicimos tiempo viendo tiendas y luego nos fuimos hacia el salón LAN ya que a sus alrededores hay wifi libre y así poder comunicarnos con nuestras familias.
Luego nos montamos en el vuelo más largo 12 horas 50min, afortunadamente venía bastante vacío y pudimos agarrar una fila de 4 para los 2, fantastico!. El vuelo salió puntual a las 11 y 20pm, nos dieron cena vi una película mientras comía, agarré 2 almohaditas y 3 cobijas y literalmente me acosté (mejor que en primera!) y dormí corridas 9 horas, me desperté en algún momento del vuelo porque las turbulencias no eran normales pero decidí que antes de asustarme era mejor seguir durmiendo, me desperté cuando solo faltaban 2 horas, vi otra película y desayunamos y listo en Auckland Nueva Zelanda nuestra última parada.
El aeropuerto de Auckland es espectacular super moderno, la escala fue rápida de 1 hora y el vuelo de 3 horas y algo, pensé que ya no me quedaba sueño sin embargo dormí 1 horas más, pero lo hice porque ya estaba comenzando a desesperarme ya quería llegar.
En conclusión el viaje fue mil veces mejor de lo que esperaba, creí que me enfermaría que mi pobre esposo tendría que cargar conmigo, pero la verdad lo llevé muy bien, el truco es dormir bastante.
Sydney nos dió la bienvenida el día domingo 13 de noviembre a las 7 y 40 am y así comienza nuestra aventura.
Eli.
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